martes, 28 de enero de 2014

¡¡QUE GOBIERNEN LOS JUECES!!

Por su interés publico aquí un artículo del blog de Vicente A.C.M. publicado con fecha de hoy 28-01-2014 en Periodista Digital. Es de total actualidad como el lector podrá comprobar.


Algo no funciona cuando la labor del Gobierno se ve mediatizada por la decisión de unos jueces. Y no me refiero a decisiones legislativas cuestionables relacionadas con los derechos fundamentales de los ciudadanos amparados por la Constitución, sino a lo que es simple y llanamente una usurpación de atribuciones al convertirse los jueces en jerarquía de facto del ejecutivo. La última sentencia del Tribunal Supremo de Madrid ratificándose en la suspensión cautelar del proceso de externalización de la Sanidad Pública en la Comunidad de Madrid, es una injerencia inaceptable en la labor de gobierno, ya que no entra en el fondo del asunto, sino solo en una supuesta irreversibilidad que pudiera afectar al servicio público.

Ignora deliberadamente este Alto Tribunal que ya existen antecedentes de externalización de servicios tanto en otras comunidades autónomas como Andalucía,como en la misma Comunidad de Madrid, cuyo funcionamiento no se ha puesto en cuestión ni ha sido denunciado. Afirma que se produciría un posible "daño" irreversible y califica las previsiones de ahorro como meras especulaciones, volcando una opinión política subjetiva fuera totalmente de su competencia. Porque del mismo modo, nos podemos plantear si haber estado durante casi dos años "mareando la perdiz" hasta evacuar esta sentencia no es igualmente una evidencia de la ineficacia y falta de eficiencia en la impartición de Justicia.

Ayer conocimos que el Tribunal Supremo ha instado al Gobierno de la Generalitat a cumplir la sentencia que obliga a considerar al español como lengua vehicular en la enseñanza. Si nos atenemos a los antecedentes, esta sentencia será ignorada y el Tribunal se verá incapaz de obligar a su cumplimiento. No sé si en el caso de que la Comunidad de Madrid ignorara la sentencia de suspensión, los partidos de izquierda y los sindicatos serían tan comprensivos como lo son con los secesionistas de la Generalitat respecto a los derechos violados de los españoles en Cataluña.

Sea como fuere, el Gobierno del PP en Madrid ha perdido una de las apuestas más importantes para la optimización de la Sanidad pública, con la externalización de servicios. La manipulación informativa e interesada de la oposición y los recursos ante los tribunales de justicia, han hecho inviable el proyecto. El PPM está condenado por su valentía a enfrentarse abiertamente y con una política liberal a la crisis. Eso le ha acarreado el enfrentamiento con su propio partido, la discriminación en la financiación autonómica y el aislamiento institucional. Las verdades ofenden y la forma de ganarse enemigos es desnudándoles ante la opinión pública.

Esperanza Aguirre estorbaba. Ignacio González su fiel sucesor debe ser apartado. Este PPM resulta incómodo en un partido donde no se admite la discrepancia ni la enmienda de políticas. Basta recordar las medidas que se tomaron con otros destacados críticos como María San Gil o incluso Mayor Oreja o el poco ejemplar congreso de Valencia. Sin embargo, bien que se han tolerado otros "versos sueltos" como Alberto Ruíz Gallardón con sus desplantes y amenazas de abandonar la política (no se lo creyó nadie, claro). Un PP sumido en una esquizofrenia de identidad donde el centro derecha está muy difuso e irreconocible y la derecha tradicional no se siente representada.

Pues nada, dejemos que los jueces sean los que gobiernen, al fin y al cabo deben sus cargos a la injerencia de la casta política en su designación. Son parte de la misma masa hedionda, por no decir algo escatológico.