Hay quienes por
conservar el poder son capaces
de las mayores
indignidades
Los que sean aficionados a la pesca en el mar,
sabrán que los meros se enrocan en sus cuevas y es muy difícil hacerlos salir,
tanto que existe un adagio entre pescadores que dice “no sale ni con carburo”.
Pues bien, existe una gran similitud entre el Alcalde de Montserrat y un mero
bien anclado en su guarida rocosa, nada ni nadie puede hacerlo salir porque
parece haber echado raíces, habiéndose aferrado de tal forma a la poltrona que
forma con ella un todo en el que no se distinguen ni Alcalde ni sillón, sin
solución de continuidad.
En la madrugada del día 2 de octubre, el Equipo de
Gobierno del Ayuntamiento de Montserrat dio a conocer una Nota de Prensa en la
que comunicaba que, como consecuencia de la expulsión del Concejal José Vicente
Campos de EUPV, el cumplimiento del pacto entre José María Mas y Joan García
Perales se posponía sine die, asegurando que cuando las “aguas vuelvan a su cauce”
(es decir, dentro de varios meses) se pondrá nuevamente en marcha el pacto
firmado. Mentira consentida y firmada por Perales pues sabe que esto jamás se
producirá antes de las próximas elecciones municipales.
Hemos de confesar que no nos ha extrañado lo más
mínimo esta decisión del Equipo de Gobierno, es más, la predijimos en varias
ocasiones, pues siempre mantuvimos que la dimisión de JMM nunca llegaría a
producirse. La expulsión de EUPV de José Vicente Campos no ha sido más que una
excusa espuria que se pretende vender al público, para que de momento el eterno
aspirante a Alcalde de Montserrat se quede sin su sillón.
¿Por qué JMM llegó a diseñar un calendario de
cumplimiento del pacto? Pues simplemente porque lo veía todo muy lejano y lo
único que pretendía con sus dilaciones era ganar tiempo para “que se produjera
algo a lo que agarrarse” para justificar ante la opinión pública el no
cumplimiento del pacto.
Y ese algo se produjo, pero es un algo que no hace
cambiar para nada la situación política actual de Montserrat. Pero la excusa ya
existía y le iba a permitir, aunque con un cinismo descarado, seguir adelante
como Alcalde ya que fuera de la Alcaldía le esperaban las tinieblas. La
expulsión de José Vicente Campos no cambia en absoluto el panorama, pues
habiendo sido expulsado no hay motivo para aplicarle la Ley Antitransfuguismo y
puede seguir actuando exactamente igual que hasta ahora.
Para terminar también un comentario de pescadores, “a los meros no solo se
les saca de sus cuevas con carburo cálcico, también con sulfato de cobre”. A
partir de aquí cada cual puede realizar su propia interpretación.
Ha habido gente que en un momento creyó en la honestidad de José María Mas y que cumpliría su palabra. ¡Como se ve que no conocen al personaje! Dimitir es morir y eso se lo aplica perfectamente.
ResponderEliminar