Bueno, la
PZOE ya tiene lideresa y parece ser que el PSOE también, como así lo han parecido
corroborar la multitud de “agradaores”
que asistieron al Congreso socialista de Andalucía del pasado fin de semana en
Granada, donde finalmente se produjo una votación a la búlgara que le dio la
Secretaría General de la PZOE a Susana Díaz.
La
irrupción de Susana Díaz en el panorama político da lugar a hacerse preguntas
relativas a su trayectoria política anterior.
Como es
sabido de todos, en Andalucía se está instruyendo en estos momentos la causa
del mayor escándalo de corrupción que se ha conocido en España, en el que están
implicados altos cargos de la Junta de Andalucía, sindicatos, personajes del más
variado pelaje y es constatable que las miradas judiciales están puestas sobre
el ex – Presidente Sr. Griñán.
Pues bien,
la nueva lideresa Susana Díaz, durante su etapa anterior de la Junta de
Andalucía, no pasaba precisamente por allí, estaba precisamente allí y ocupando
el cargo de Consejera de Presidencia, es decir, al ladito, ladito de Griñán.
¿Qué pasaba? ¿No se enteraba de nada cuando realmente estaba pringada
prácticamente toda la Junta de Andalucía? ¿A qué se dedicó durante el tiempo
que duró el ejercicio de su cargo? Todo esto debería de habérselo preguntado los
agradaores que la encumbraron el
pasado fin de semana, porque es muy sospechoso que estando allí no llegara a
enterarse de cómo se desarrollaba la más galopante de las corrupciones.
Pues señora
Díaz, no trae usted demasiado buenas credenciales para decir que una de sus
prioridades es la lucha contra la corrupción, pero habrá que darle un voto de
confianza para ver si actúa de una forma diferente a la del gobierno del que
formó parte. Por otro lado he de
alabarle otras cosas que me gustan de usted y que son con las que hasta ahora
el PSOE se había puesto de perfil, entre las que destaca el tema de la unidad
de España. Por ahí muy bien, pues esa es una de las cosas que sus electores estaban
deseando oír y sus conmilitones no se atrevían a comunicar o porque no lo sentían
o porque tenían interese políticos inconfesables.
Ya ve
usted, tiene sombras y luces, para mi más de lo primero que de lo segundo, pero
será su trayectoria la que diga cuál será su deriva. Le va a costar.
Y finalmente,
si no cumple con lo que ha prometido siempre le quedará irse a comer gambas con
los sindicatos, que según dicen es algo que hace muy bien.
Es que a mi no hay quien me haga creer que esta chica no supiera nada de lo que estaba pasando, por eso no me fío en absoluto de ella.
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